El libro se propone reflexionar sobre el ámbito de aquellos principios y elementos que pueden constituir el substrato de un compartido ordenamiento jurídico con antelación al estudio de las normas aplicables a cada caso concreto. La pretensión se aleja del mero interés que suele animar al especialista que se ocupa de un punto concreto para situarse en un campo desde el que se prescinde del detalle para contemplar el conjunto. A todo jurista, consciente y responsable, con preferencia a la búsqueda de la norma que regula una determinada situación, importa jerarquizar adecuadamente los bienes jurídicos en juego para que, en el hipotético supuesto de colisión entre el orden de la ley y el valor absoluto de la justicia, no quepa vacilación alguna y haya de optar, en todo caso, por los dictados de esta última, mal que pese al difundido dicho goethiano. En el texto se intentan verter dosis de sosiego para hacer frente a las inquietudes que suscita una experiencia vital a la que peculiares circunstancias plantean una serie de interrogantes de cariz iusfilosófico. Cuestiones que, desde la Grecia clásica, deambulan por los caminos de la historia y cuyas respuestas no han conseguido, por el momento, disipar las tinieblas que obscurecen el panorama y sumen en la confusión.