"Creo que el progreso es real en la técnica y en la tecnología. En la ética y en la política, sin embargo, pienso que el progreso en el sentido de un avance acumulativo, paso a paso y fase tras fase, es en el fondo un mito o una ilusión. De modo que los males que pensamos haber abolido en un determinado momento regresan. Y el mejor ejemplo que puedo dar de ello quizá sea el de la tortura. No hay triunfo que no pueda perderse ni victoria que, con el tiempo, no acabe perdiéndose."