En toda tradición espiritual siempre hay maestros heterodoxos que ocupan una posición fronteriza entre una y otra cultura, y este es el caso de Lo Iadúa, el Rabí Desconocido, quien a la manera de los maestros judíos de otras épocas y otras geografías -por ejemplo el español Yehuda Halevy en el siglo XII o el holandés Spinoza en el siglo XVII-, revelan un cuerpo de enseñanzas a la par que filosas, enigmáticas. Mezcla de ética y reflexión teológica, de ironía abierta o velada.
De Lo Iadúa se sabe que fue un maestro nacido en el siglo XX, pero se ignora por completo su itinerario vital más allá de lo que informan sus palabras. La leyenda hebrea que sostiene que el universo se mantiene en pie por gracia y obra de 36 justos, ninguno de los cuales sabe que lo es ni conoce, tampoco, a los demás que ejercen la misma función, explicaría el valor concedido entre las gentes de la Biblia a la humildad y la anonimia. Tal ambigüedad no sólo resulta fascinante sino que preserva a los maestros del culto a la personalidad o la pretensión biográfica, de la que el auténtico espíritu se nos escapa una y otra vez.
Lo Iadúa tiene cosas importantes que decir, y sobre todo tesoros esenciales que mostrarnos. De todo ello nos habla Mario Satz en este libro pionero sobre la figura del Rabí Desconocido, relacionando sus enseñanzas con otras tradiciones espirituales de muy diversa procedencia y aplicándolas a la realidad de la vida cotidiana.