En muchos aspectos, España es plural y diversa. Lo es culturalmente y también en el ámbito religioso. La sociedad española es abierta y madura. La diversidad en España ha aumentado como resultado de la importante inmigración de los últimos años. Esta nueva realidad plantea nuevos problemas. Uno de ellos es aprender a convivir desde la diferencia, respetando la diversidad sin ser indiferentes a las creencias de los otros.