En esta novela, considerada como una de las mejores de John Fante, éste nos cuenta los inicios de Bandini como guionista y sus amores y líos sucesivos, y cómo consigue finalmente no hacer carrera en Hollywood, donde un productor lo tiene todo el día sentado sin dejarle escribir una línea, un empleo tan bien pagado como frustrante y que termina abruptamente. Tras otros episodios en los que nos cruzamos con otros escritores empleados en los estudios, como Ben Hecht, Dalton Trumbo o Nathanael West, o con el mismísimo Sinclair Lewis, el ídolo de Bandini, o un intento fracasado de colaboración con una reputada y terrible guionista, Bandini se toma un breve respiro en Colorado, antes de regresar de nuevo al campo de batalla. En el corazón del libro nos encontramos con una imposible historia de amor, como es habitual en Fante, esta vez con una casera, que podría ser su madre. En Sueños de Bunker Hill, una novela dictada por Fante, ciego y en sus años finales, a su esposa, se nos muestra la otra cara de Hollywood, una visión inmisericorde y sardónica.
«Ni un gramo de grasa, sólo músculo y nervio. Frases vitriólicas. Una sátira implacable de Hollywood, sus vedettes y el mundillo de los guionistas» (Michele Grazier, Télerama).
«Bandini es una magnífica creación, y su redescubrimiento es muy oportuno» ((Gerald Mangan, Times Literary Supplement).