RESUMEN: El verbo latino dispone de una serie de formas nominales que funcionan como núcleo predicativo cuando una estructura oracional está nominalizada. De ahí que tales construcciones presenten rasgos típicamente verbales (como la posibilidad de llevar complementos o la expresión del tiempo relativo) a la vez que rasgos nominales (flexión casual, género, etc.) (§ 1). El participio (§ 2), un adjetivo verbal, es la forma verbonominal de mayor rendimiento, pues interviene en variadas construcciones (participio atributivo, Participium Coniunctum, Ablativo Absoluto, Participio Dominante o ab urbe condita) y perífrasis. El infinitivo (§ 3) tiene carácter sustantivo, pero puede aparecer también como núcleo de oraciones independientes (histórico, exclamativo, etc.). El supino (§ 4) es sólo una reliquia de uso muy limitado (acusativo, ablativo). El gerundio y el gerundivo (§ 5) proporcionan una flexión al infinitivo en los casos oblicuos y se emplean con frecuencia para expresar finalidad (ad + acusativo; dativo; genitivo + causa/gratia).