RESUMEN: En muchas lenguas no existen adverbios, pero en otras como el latín sí hay motivos para reconocer esta categoría, aunque la heterogeneidad formal, semántica y funcional sea la norma (§ 1). Las características básicas de los adverbios aparecen ya en las definiciones de los gramáticos antiguos (§ 2). Se considera una clase de palabras invariable, pero algunos adverbios admiten grados, sufijos diminutivos, etc. y su forma es muy variada según el origen y los sufijos que los formen (§ 3). También es muy variada su semántica (§ 4). Los adverbios pueden aparecer en diversos niveles oracionales (§ 5) y funcionar como argumentos (§ 5.1), como adjuntos (§ 5.2) y como disjuntos (los llamados adverbios modales) (§ 5.3). En cuanto a las partículas (§ 6), se ofrece una definición (§ 6.1) y se estudia su función como conectores en el nivel del discurso (§ 6.2), ya sea como elementos organizadores del texto: autem, igitur, nam (§ 6.2.1) o como partículas interactivas: at, enim, ergo, uero (§ 6.2.2).