Silvana es una mujer madura que narra su primer y único amor, ocurrido cuando contaba doce años de edad. A partir del primer cuarto de la novela, aparece otra voz, plana e insensible, que nos va desvelando una trama delictiva, liderada por un párroco de barrio, en un informe que contiene datos entrecruzados con la narración de Silvana. Trata del amor adolescente, del descubrimiento del sexo y de un delito abominable. Penetra sutilmente en los bajos fondos para desenmascarar un submundo salpicado de situaciones tenebrosas. Es una historia desgarrada que se sumerge en las relaciones entre madre e hija con un padre ausente, profundiza en la soledad y en el dolor provocado por hechos lejanos que, aun tanto tiempo después, provocan sentimientos contradictorios. El giro que le da a la historia la segunda voz deja visos de lo que fue un drama atroz. Diez relatos más nos alargan las sensaciones literarias discurriendo por la ternura, el suplicio, la venganza, los secretos, la corrupción y amor, más amor, erotismo...