Argumento de Sientos
Ilustraciones de Ginés Liébana / Un cuidado poemario en torno al silencio irreparable, al hondo vacío del hombre condenado a ser momentos, pero en el que brota la esperanza que destila toda melancolía. El poeta penetra ese mundo frágil de lo incierto y lo entrevera de íntimas vivencias. Una lírica implacable y generosa, rebosante de lucidez, gracias a la destreza y originalidad de su voz. La buena poesía no presenta marbetes ni le asola la caducidad. Con su acento independiente e inquisidor, el autor cuida mucho el ritmo y la estructura del poema, la concreción y la plasticidad de las imágenes. Palabra que fue tiempo enraizado en las cosas. Un estilo sin concesiones a ningún legado, a ningún prejuicio, articulado con bellas ilustraciones que aparecen como contrapunto visual de los poemas. Un libro, en fin, lleno de sensaciones que conectan con un itinerario existencial que anhela capturar ese instante eterno que redime, o sueña con redimir.1