Pocas ciudades han forjado un imaginario tan rico como Sevilla. Sin embargo, su destino no ha sido el de ser una ciudad literaria sino un catálogo de tópicos y folklorismos superficiales. Este libro se propone acabar con esa idea injusta e inexacta. Uniendo literatura y topografía -el feliz binomio de la topoliteratura- descubriremos dónde vivían y se reunían Fernando de Herrera el Divino, Baltasar del Alcázar, Francisco de Rioja, Mateo Alemán, Blanco White, Alberto Lista, Bécquer, Rafael Cansinos Assens, los hermanos Machado, Cernuda, Vicente Aleixandre y un largo cortejo de escritores sevillanos. Pero esos itinerarios por el alma literaria no pretenden ser sólo una mirada desde dentro. En Sevilla, un retrato literario pasearemos igualmente con viajeros de todas las épocas, desde Castiglione a Borges pasando por Lord Byron o Rubén Darío, Pierre Louÿs o André Gide, Paul Morand o Marguerite Yourcenar. Los mapas se transforman en una geografía libresca donde las plazas se convierten en inspiración para poetas de todos los tiempos, en los cafés se sirve absenta a bohemios finiseculares y a locos ultraístas, los viejos patios sirven de escenario a tertulias de humanistas, en las azoteas se improvisan soirées de vanguardia y tras las puertas de casas solariegas se intuyen reuniones de barrocos metafísicos, gabinetes de ilustres y escuelas literarias.