El libro de Anthony Cronin indaga en los entresijos de la vida del autor irlandés y sigue un itinerario desprovisto de la carga de oficialidad que pesa como un gran lastre en otros trabajos biográficos.
Se trata además de una obra que se adentra en la parte más desconocida de Samuel Beckett y escudriña con precisión los aspectos más esquivos del escritor. Sin caer en la moralización ni en el retrato psicológico, descubre al Beckett real, el modo en que vivió su vida y el modo en que creó su obra.
Cronin nos muestra así un Beckett genial, profético y universal, pero también contradictorio, falible y firmemente arraigado en un entorno de acentos y paisajes del que nunca escapó del todo.
En suma, es el complemento esencial para entender el contexto creador que propició la forja de uno de los más grandes escritores del siglo XX.
Según el prestigioso crítico Harold Bloom, «la obra de Beckett es un clásico indiscutible que seguirá leyéndose y representándose mientras exista interés por Shakespeare, o sea por la literatura».