Sam Barclay aceptaría ser el padre y Corrie Edwards conseguiría el bebé que siempre había deseado. Parecía un buen plan, hasta que Sam, su donante de esperma decidió que quería la oportunidad que el destino ya le había negado una vez, la de ser padre en todos los sentidos. El romance no entraba en los planes de Corrie, iba a ser un estricto acuerdo de negocios. Sin embargo, cuanto más se acercaba el momento de la concepción, más deseaba Sam que la relación fuera personal. ¿Podría convencer a Corrie de que juntos podían formar el hogar y la familia que ambos anhelaban?