Hablar de infinitud parecería conducirnos a dimensiones abstractas o lejanas; se trataría entonces de un discurso que pertenecería a lo meramente lógico o insustancial. En este estudio se pretende, por el contrario, hablar de la infinitud como realidad, como aquello en lo que estamos y que nos constituye. Pero no se trata solamente de la realidad divina, tardíamente considerada sin embargo como infinita, sino también de la realidad toda, que procede en definitiva de lo divino infinito como de su fuente y sustento radical, y que debido a ello no puede coherentemente ser pensada sino como participando de algún modo de lo infinito originante. La amplia y sutil peripecia especulativa de la reflexión occidental, desde los griegos hasta la actualidad, sobre la infinitud o no-limitación de la realidad es aquí objeto de atención y análisis sostenidos.