Basada en esas hazañas y apoyándose en figuras históricas como fray Diego Aduarte, Blas Ruiz o el portugués Diego Veloso nos encontramos ante una apasionante novela de aventuras. Una aventura que comienza con la petición de auxilio de un depuesto rey camboyano a los Españoles apostados en las Filipinas. A partir de aquí se suceden las peripecias en esos reinos, en esas tierras extrañas de reyezuelos y costumbres tan distintas. Con un par de naves y unos cientos de hombres las aventuras se sucederán, siempre al límite, en el filo de la navaja por toda la península indochina, en Camboya, Laos y Siam.
Todo contado por un protagonista, Pedro García de Oñate, quien nos va contando y narrando todo lo acontecido en la expedición. Expedición a la que se une un grupo de samuráis japoneses y que le da un toque más épico y más oriental a la aventura. Hasta nuestro protagonista maneja una catana samurai.
Con un estilo ameno nos sumergimos en otro mundo y en otra época. Vivimos situaciones límite al borde del desastre, pero los capitanes, viejos soldados veteranos de los Tercios de Flandes, saben encontrar siempre un resquicio, bien manejando su pequeño ejército o bien haciendo gala de la diplomacia. Una buena novela histórica que trata un tema muy desconocido, así que a la vez de entreter, sirve tambien para dar a conocer un episodio poco conocido de la historia de España en ultramar.