¿A qué llamamos ser conservador? ¿En qué se diferencia el conservadurismo de la propuesta liberal? Y, sobre todo, ¿qué proponen los conservadores para el mundo de hoy?
César Vidal nos presenta aquí una posible respuesta a estas preguntas. En ella, Russell Kirk, el padre del pensamiento conservador contemporáneo, expone modo de concebir nuestra sociedad y nuestra civilización. Y no lo hace con esquemas de trazo grueso, sino con pinceladas de color y creatividad: diez libros conservadores, diez figuras históricas conservadoras, una reflexión conservadora sobre la educación, sobre las relaciones internacionales, sobre la economía.
Siendo un claro partidario de la economía de libre mercado, la reflexión de Kirk va más allá del mero enfoque economicista. Se define como conservador en sentido clásico, es decir; como el heredero de una civilización. Civilización deudora del compromiso del individuo con la comunidad y del fervor religioso, del sentido del bien y el mal, de la multitud de vínculos sociales a los que el hombre se somete, de instituciones diversas que se han creado durante el acontecer histórico, de los compromisos y lazos intangibles con nuestros antepasados...
¿Qué es todo lo que me rodea, este confuso mundo repleto de bienes materiales brillantes y de espantoso deterioro personal y social? A pesar de sus muchos vicios, he descubierto que es un mundo real en el que es posible desarrollar y ejercer el potencial de virtudes que todos llevamos dentro, para ejercer el valor, la prudencia, la templanza y la justicia, y también la fe, la esperanza y la caridad. Es un mundo que no nos ahorra tropiezos ni caídas, Dios es testigo, pero en el que también se pueden saborear los triunfos. Un mundo en el que queda tanto por hacer que nadie debería aburrirse.
Russell Kirk