Existe una idea generalizada de que gracias a la tecnología los humanos hemos conquistado el mundo. Nuestro cerebro ha ido desarrollándose y creciendo a un ritmo vertiginoso en los últimos 100.000 años. Actualmente nos consideramos una raza muy inteligente y preparada, capaz de llegar a los más alejados confines del universo. Sin embargo ser inteligente puede resultar una pésima elección. Cuando más se convierte en menos? La divergencia existente entre la inteligencia evolutiva y la sabiduría interior nos ha convertido en humanos depredadores de nuestra propia raza. A menudo, aquello que más necesitamos aprender las personas suele ser todo lo que ya se supone que sabemos y que por su supuesta obviedad, vamos pasando por alto en nuestro día a día. Las emociones forman parte de nosotros, conocerlas y aprender de ellas sigue siendo en la mayoría de los casos una asignatura pendiente. ?Ningún viaje al exterior de la tierra puede ser tan alucinante como el viaje a nuestro mundo interior?