Las plegarias de alabanza tienen un origen muy primitivo: en el siglo IV se hallan ya vestigios de las famosas " letanías de los santos "; pero es el siglo XII cuando aparecen variados modelos de letanías marianas, cuyo precedente se encuentra en muchos himnos bizantinos.
El autor ofrece un comentario de cada una de las llamadas " letanías lauretanas ", las de mayor renombre y difusión, incluyendo textos de escritores y santos que a lo largo de los siglos han dedicado a María sus más bellas alabanzas. Son palabras que brotan del corazón, y que reflejan la profunda espiritualidad de personas que podemos considerar como excelentes guías y maestros del camino de la fe. El libro se completa con dos índices: bíblico y de autores, que facilitan su consulta.