Señalamos en este artículo el problema que encierra la formación del docente de Educación Religiosa Escolar (ERE) en Colombia y sus consecuencias en relación con la formación religiosa de los estudiantes. Los estudios de campo demuestran deficiencias en relación con los fundamentos teóricos de la asignatura, una precaria formación pedagógica, y un religiocentrismo latente que impide el estudio y la enseñanza de religión acorde con la naturaleza de la escuela. Todo parece ser consecuencia de llegar a pensar que cualquier profesional podía ser docente de educación religiosa escolar y que, como antaño, para ser docente de religión bastaba con ser buen cristiano y honesto ciudadano.