El «buen europeo» es un tema rico y significativo en Nietzsche, que se presenta originariamente ligado a las reflexiones de Nietzsche sobre la cultura europea, enriqueciéndose en la década de 1880 con un alcance filosófico que se vincula a los objetivos de su pensamiento maduro. El objetivo del presente artículo es mostrar cómo solo a partir de estas instancias la figura del buen europeo asume un significado político, mientras que su valor consiste principalmente en ser el promotor del desarrollo espiritual consiguiente a la liberación cumplida de la moral cristiana. Con tal fin se mostrará la génesis y la evolución de tal concepto, a partir de sus primeras apariciones en Humano, demasiado humano I hasta su completo desarrollo en los escritos de 1885-1887.