Argumento de Pórtate bien
Encuadernación: Cartoné con sobrecubierta
El novelista, considerado padrino de la Alt-Lit por haber sido el primero de dicha corriente literaria en publicar sus libros en medios tradicionales, analiza precisamente el porqué de tal movimiento en esta novela confiesa él mismo fuertemente autobiográfica. Y lo hace desde un presupuesto interesante: ¿qué elementos, actitudes, condicionantes caracterizan a una generación? ¿Cuáles son las causas de que existan y conozcamos y amemos/aborrezcamos a, por ejemplo, Ben Lerner, Tao Lin, Ben Brooks? ¿Qué los cohesiona, qué les otorga identidad como grupo? El autor lo define a la perfección en la página 22 de este libro: Estábamos solos y nos sentíamos olvidados. La mayoría no habíamos ido a la universidad pero tampoco éramos marginados. No éramos gente dada a los sueños; estábamos mal pagados y no se nos hacía ningún caso. Así que nos emborrachábamos y nos hacíamos caso entre nosotros.
En un mundo trastornado al máximo con su propia imagen, aquejado de un consumismo patológico y desenfrenado cuyo nivel de estupidez no parece conocer límites, y cuyo grado de alienación con lo que se hace para sobrevivir dejaría al viejo Marx con la mandíbula desencajada, se erige como un gran retrato del olvido deliberado de nuestro futuro, de esa periferia social denominada juventud que ha aprendido a vivir, forzada, en un bucle, una realidad a la que por lo visto no queremos enfrentarnos. Y lo hace de una manera al mismo tiempo triste y divertida, profunda y superficial, despechada y optimista, irónica y sarcástica y franca.1