El nombre de Federico García Lorca está ligado, junto con el de Manuel de Falla, a la renovación moderna del «cante jondo». Ellos conectaron ese «canto primitivo» con las exigencias de pureza de la vanguardia internacional. El primer fruto de esta colaboración fue el Primer Concurso de Cante Jondo, celebrado en Granada en 1922; el segundo, el "Poema del cante jondo", interpretación lírica de un mundo agónico y secreto.