La voz de Karla Ontiveros no es otra que la de un yo poético que se enfrenta de una vez esa que es la vez de todos y que se realiza en la lectura a los hondos misterios de la vida, del universo y de la escritura como acto de revelación. Su poesía evoca las consabidas preguntas sobre el desear, el amar, el sentir... mas lo hace con una escritura agridulce, heterogénea en voces y saberes, que hila originalmente dolores y risas. Es una voz que accede a los espacios comunes de la poesía y los resignifica, los reviste en un mundo que es todo color y toda plasticidad, y en el que en más de un momento la palabra, abandonando la metáfora cuidada, suelta mensajes que provienen de las mismísimas entrañas.