No por frecuentes, los crímenes en serie -asesinatos, violaciones, robos- dejan de generar una especial alarma social. A medida que los delitos se van sucediendo, los medios de comunicación se hacen más eco, la presión sobre la policía aumenta y el desasosiego se generaliza. En ese contexto, cualquier pista que conduzca a la localización del criminal es bienvenida. ¿Es posible que los lugares en que se han cometido los crímenes, analizados en su conjunto de forma científica, constituyan precisamente esa pista? Esta es la pregunta que ha guiado el desarrollo de la perfilación geográfica en las últimas décadas y que constituye el eje argumental de este manual, que resulta de interés para miembros de las fuerzas de seguridad, estudiantes, investigadores y, en general, para cualquier persona interesada en el tema. La obra ha sido escrita con la colaboración de prestigiosos académicos de las universidades de Liverpool y Barcelona, así como por policías con amplia experiencia en investigación criminal. Este volumen presenta de forma sistemática y pormenorizada los fundamentos teóricos, las técnicas y las claves del éxito, o del fracaso, de la perfilación geográfica. El lector podrá conocer la forma en la que las fuerzas de seguridad -desde la National Crime Agency del Reino Unido hasta los Mossos d'Esquadra, pasando por el FBI, la Guardia Civil y la Policía Nacional- recurren al análisis geográfico del crimen en su lucha contra el delito. Para ello, los autores apoyan sus argumentos con casos reales de criminales del Reino Unido (el destripador de Yorkshire o el violador del ferrocarril), de Estados Unidos (el hijo de Sam, el estrangulador de la colina o el violador del Lado Sur) y de España (el asesino del Putxet, el violador de la capucha, etc.).