Tras haberlo llevado al campo, a trabajar en verano, mudarlo de casa y viajar en el metro, Michel Rabagliati embarca a Paul en unas jornadas de pesca. Una semana de vacaciones en un coto de pesca con servicios hoteleros, tal es el pretexto elegido por Michel Rabagliati para ampliar su universo y presentar nuevos personajes respecto a los que ya salían en Paul se muda (Astiberri, 2010).
La amistad, el amor y la vida forman el corazón de la historia; además, los protagonistas sueñan con convertirse en padres. Con Paul va de pesca, Michel Rabagliati demuestra el camino recorrido desde sus comienzos. Con pleno dominio de sus herramientas dibuja la vida... sencillamente.
Paul va de pesca fue el cómic más vendido durante tres meses consecutivos, convirtiéndose en el evento literario del otoño de 2006 en Quebec, y le ha valido a su autor el premio Bédélys Quebec, galardón que ya había recibido anteriormente en dos ocasiones.