Un retrato a cambio de un sueño. Así es como Baudoin y Troubs, abordando a la gente en la calle, se plantean retratar la mexicana Ciudad Juárez, quizá la urbe más peligrosa del mundo, donde los asesinatos de mujeres y la violencia vinculada con el narcotráfico son el pan de cada día. Sin embargo, a través de sus ojos, la ciudad fronteriza resulta rebosar de vida y de sueños.
El origen de Viva la vida se halla en la novela del escritor chileno Roberto Bolaño, 2666, que gira en torno a los misteriosos asesinatos de más de 400 mujeres en Ciudad Juárez. Su lectura fue el germen que incitó a Baudoin a emprender el viaje hacia la ciudad fronteriza, junto con Troubs, para reflejar y dar a conocer a través de sus dibujos esa cruda realidad, e intentar comprenderla. Sin embargo, recogiendo los testimonios, los anhelos y los sueños de los lugareños, no sólo fueron conociendo la brutal realidad de Ciudad Juárez, sino también la de una ciudad generosa y acogedora.
Me gustaría viajar, Quiero pintar, No más pobreza, Pasear por la ciudad sin tener miedo, Hacerme vieja. Un dibujo, un sueño. Un dibujo, un sueño. Miradas llenas de esperanza, sonrisas que creen en la vida. Y es que el motor principal de los retratos de Baudoin y Troubs es éste, reflejar sobre el papel que más allá de la violencia, el sufrimiento y la muerte, sobre todo hay vida; y lo quieren celebrar.