A veces, una sola noche no es suficiente. Trudy Baxter había salido de su pequeño pueblo dispuesta a comerse Nueva York. Iba en busca de emociones, aventuras... y sexo. Su primer objetivo fue el atractivo Linc Faulkner, un tiburón de Wall Street. El problema fue que, una vez que lo tuvo en la cama, no quiso dejarlo marchar. Linc Faulkner jamás había conocido a una mujer tan sexy y desinhibida como Trudy, pero sabía que para ella no era más que el primero en su lista de futuras conquistas. Lo único que podía hacer era convencerla de que él era todo lo que ella deseaba... y de que no necesitaba a nadie más.