¿Quién, no renunciando a sí mismo, sabiéndose dotado de virtudes, inteligencia y bondad, no se sentiría satisfecho de sí mismo, tentado de mostrarse superior a los demás, cuando efectivamente lo es? Sin embargo Osho, libre de la consideración de cualquier jerarquía, no se entiende como superior, sino como una parte del todo que contiene todas las cosas y que en su conjunto las trasciende. Sabe que eso a lo que se dirige y a donde ayuda a dirigirse a todos los demás está más allá de esas diferencias y así llega a la verdadera humildad: la de quien no se precia de ser humilde, porque aun ello es establecer una categoría que no existe. En este libro, y gracias a Osho y a sus fieles seguidores, entendemos la necesidad de existir en el presente, de vivir naturalmente, y de disfrutar del sexo como un bello intercambio de energías.