Romano Guardini nos descubre aquí esa forma de oración de la que han vivido generaciones de creyentes: el rosario. La repetición de las mismas palabras y el ritmo de la respiración son los apoyos externos para permanecer en la cercanía de Dios. Desde la perspectiva de María, el orante contempla el acontecimiento central de la Historia de la Salvación, el misterio de la Encarnación de Dios. A una introducción espiritual de carácter básico se unen unas breves exposiciones teológicas de los distintos misterios y unas indicaciones prácticas para realizar debidamente esta forma de oración.