Jordi Sierra i Fabra (Barcelona, 1947) fue una de las máximas autoridades del rock a lo largo de tres décadas. Pero como amante de todo tipo de música, nos brinda ahora su obra más personal, aquella que hermana el mundo de los niños con la música que él mismo escuchaba en la infancia. Una bellísima muestra de cómo convertir óperas en palabras y acercarlas con la magia de su espíritu a los más jóvenes.