La condición cultural posmoderna plantea una crisis de las grandes ideologías, de la autoridad de la ciencia y la razón y de los valores tradicionales. Así, el giro cultural posmoderno supone un cambio en las prioridades de los seres humanos, en defensa de valores que promulgan la autorrealización, la calidad de vida y el desarrollo de un sentido personal de la existencia. En este contexto, el ocio se ha convertido en un valor de máxima importancia incorporado con normalidad al estilo de vida contemporáneo. A la vanguardia de este cambio cultural se sitúan las generaciones más jóvenes, aquellas que han crecido y se han socializado en un entorno estable y próspero tanto política como económicamente. Y son los jóvenes los que más se aferran a sus prácticas de ocio para mostrar su identidad, agruparse en torno a afinidades culturales y desarrollar su personalidad.
El objetivo de este libro es analizar el ocio de los jóvenes como una muestra del nuevo orden social posmoderno. A partir del diseño de un Modelo Dinámico del Ocio Juvenil, basado en la trayectoria del ocio de los jóvenes españoles en los últimos 25 años, reflexionaremos sobre distintos elementos estructurales y culturales de las sociedades occidentales avanzadas. La importancia de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías en nuestras vidas, la gran variedad, el pluralismo y el mestizaje cultural al que asistimos, los nuevos valores y usos del cuerpo y de la práctica físico-deportiva, o cómo el presentismo y las actitrudes de riesgo no son exclusivas del ocio de los jóvenes, sino que forman parte del esquema cultural de la Posmodernidad. No obstante, también atenderemos a dos marcadores sociales clásicos: la clase social y el género. Con ello, descubriremos como, aunque el mundo posmoderno es fragmentado, individualista, subjetivo y diverso, aún hoy persisten desigualdades estructurales en el ocio de los jóvenes por razones de clase y, especialmente, de género.
Por ello, de acuerdo con la teoría de la posmodernización del Inglehart, el ocio de los jóvenes es posmoderno en su sentido cultural, pero no se correponde con una ruptura radical de los fundamentos modernos. De este modo, defenderemos que el ocio contemporáneo presenta, por un lado, rasgos socioculturales de la condición posmoderna y, por otro, diferencias estructurales típicamente modernas.