Bob no es Elvis. Bob no es Sinatra. ¿De dónde viene entonces el sexappeal que
devora a las mujeres en Dylan? De su cerebro. El cerebro de Bob Dylan es su
sexappeal.Eso es lo que hipnotiza a sus mujeres. Cuando comprendí que yo no
iba a medir un metro ochenta y cinco ni iba a ser bello como Clint Eastwood
para atraer a mujeres, comencé a admirar a Dylan, y su estilo "sexappeal de
cerebro." El sexappeal del cuerpo lo destruye el tiempo. En cambio el
sexappeal del crebro se modifica una y otra vez, hasta el fin de los tiempos y
aún así, vuelve a restaurarse infinitamente.