Un grupo de 6 amigos mantiene una tradicional costumbre de realizar una acampada cada verano, variando el lugar, el ambiente, e incluso basándose en una temática cada vez. Cursa el año 2012, cuando a Octavio se le ocurre teñir la acampada de ese año con un halo de misterio y misticismo, con la realización de un ritual para hacer un viaje interdimensional, que bajo su escepticismo quedaría como una original broma divertida y un recuerdo de las aventuras de verano. Lejos de lo esperado, el ritual sí funciona, es una puerta a otra dimensión paralela que aguarda sorpresas para cada uno de ellos. Lo que comienza siendo un juego inesperado y surrealista, termina por poner en juego su propia identidad, al filo de la vehemencia, viviendo las consecuencias de decisiones que nunca tomaron, enfrentándose a sus propios estereotipos, miedos, deseos y anhelos.