Los niños experimentan miedos variados a lo largo de su desarrollo. Los ruidos fuertes, los extraños, la soledad, animales como arañas, ratones, perros o serpientes, monstruos, brujas, fantasmas o alienígenas, las inyecciones o los dentistas representan una muestra de temores comunes en la infancia. Los miedos evolutivos son saludables, porque brindan la posibilidad de aprender a enfrentar situaciones difíciles y estresantes con las que ineludiblemente el niño se topará en su vida. Alrededor del cinco por ciento de los miedos infantiles son tan intensos que constituyen una fuente de sufrimiento, interfieren en el funcionamiento diario y repercuten negativamente a nivel familiar, escolar y social. Asimismo, son tan persistentes que continúan en la adultez. Con la lectura de esta obra los padres, profesores y personas que conviven con niños podrán saber cómo ayudarles a superar sus miedos. También es de utilidad para estudiantes y profesionales cuyo trabajo se relaciona con el mundo infantil, como los psicólogos, los pedagogos, los enfermeros, los dentistas, los pediatras, los psiquiatras o los trabajadores sociales. Se describen los mecanismos psicológicos que explican por qué aparecen y se mantienen los temores. Ilustra con ejercicios prácticos cómo se corrigen los inventarios de miedos y otros instrumentos psicológicos para evaluar las fobias infantiles. Detalla las estrategias terapéuticas empleadas con niños como la relajación, la mentalización, el juego, los cuentos o las películas, y ofrece pautas concretas de actuación para el miedo a la oscuridad, el trastorno de ansiedad por separación, la fobia escolar y los miedos médicos.