Entre las muchas mujeres que dejaron huella en la vida de Pedro Lemebel, Gladys Marín es, sin duda, una de las más próximas. La "Gladucha", como él cariñosamente la llamaba, fue su compañera de penas, amores, victorias y derrotas. Tanto las crónicas -escritas entre 1999 y 2008- como las fotografías reunidas en este libro fueron seleccionadas por el propio autor antes de su partida, con el fin de rendir un homenaje a su querida amiga. De esta manera, Lemebel recorre con infinita ternura la historia de esta amistad, sin dejar de clavar su mirada punzante en el marco político en que se desarrolló la "negociada transición" chilena. Mi amiga Gladys es un libro bello e íntimo que relata escenas entrañables como un paseo a la ópera o una Navidad en Andacollo, así como los entretelones de una colorida campaña presidencial.
"Pienso en quienes salieron del clóset gracias a Lemebel, pero no me refiero solamente ?lo que ya sería bastante? a los que después de leerlo se atrevieron a enfrentar su identidad sexual, sino también a quienes, homosexuales o no, gracias a él descubrieron o redescubrieron el brillo y el poderío de las palabras, la necesidad de una escritura, su urgencia: porque escribir de verdad, mirando a quienes amamos y a quienes odiamos de frente, y sobre todo intentando, por más que cueste o que duela, mirar hacia el fondo de nosotros mismos, es siempre salir del clóset", Alejandro Zambra.