Cuando Archie Coe, el riquísimo y detestado coleccionista de porcelana china, aparece muerto en su habitación cerrada desde el interior, la primera hipótesis es suicidio.
Pero una rápida inspección del doctor Doremus muestra que el cadáver de Archie ha sido golpeado con un objeto contundente y apuñalado antes de recibir el tiro en la sien.
Las sospechas se centran en su hermano Brisbane, hasta que lo encuentran muerto dentro de un armario de la planta baja.
Las pistas se reducen a un valioso jarrón roto y un doberman herido. Las sospechas se extienden a toda la familia y el servicio, incluido el cocinero chino.
Philo Vance no está de acuerdo con los derroteros de la investigación. Deberá recurrir a todos sus conocimientos sobre cría de perros y antigüedades chinas para resolver el puzzle del cuarto cerrado.