Esta investigación periodística descorre el velo del relato y pone al descubierto el verdadero kirchnerismo. Las historias y los personajes aquí reunidos revelan las contradicciones del modelo y los métodos que usaron los gobiernos de Néstor y Cristina para adoctrinar a sus seguidores y perseguir a sus críticos.
Se apropiaron de todas las banderas. El que no estuvo con ellos fue expulsado al territorio de los gorilas, autoritarios, cipayos y golpistas.
Fueron los campeones mundiales de los derechos humanos pero hicieron jefe del Ejército a un general acusado por delitos de lesa humanidad y financiaron a un dirigente social con conductas antisemitas.
Dijeron respetar todas las opiniones pero hicieron culto del pensamiento único.
Expresaron la hipocresía política: silbaron a Bergoglio cuando fue nombrado Papa y después corrieron en fila a sacarse una foto con el líder religioso.
Usaron el INDEC como usina de datos truchos para sostener el falso relato y multiplicaron el gasto millonario en pauta oficial para difundirlo en medios adictos al gobierno. Usaron la AFIP como garrote legal contra el que se animó a disentir.
Siempre le creyeron a Clarín. O, si no, ?Kirchner miente?.
Llamaron ?momia? a Carlos Fayt y defendieron al único vicepresidente procesado de la historia, Amado Boudou.
Nombraron a la mitad de los jueces del país, persiguieron a los fiscales y jueces que los investigaron pero juraban respetar la independencia judicial.
Ellos dijeron que eran otra cosa. Relataron otra historia.
Fernando Carnota votó por Néstor Kichner en 2003 contra las políticas de la década del 90, y a medida que ese gobierno se afianzó, se convenció de que no se había equivocado. Después, pasó al lote de los "desencantados". Cuando recibió el grito desaforado de ?¡Marmota!? de parte del entonces jefe de gabinete Jorge Capitanich, decidió que era hora de escribir un libro sobre ese desencanto. Marmota es un registro descarnado de lo que dijeron ser y lo que en verdad fueron.