Argumento de Mami Verdad que María no Es Tonta
Una historia llena de ternura pensada para que los niños comprendan y sienta empatía hacia aquellos seres que, en su peculiar mirada de la realidad, no ofrecen sino una perpectiva más, interesante, curiosa y enriquecedora. La peripecia vital de María, en su lento aprendizaje para montar en bicicleta, es la viva imagen de todos, que, con mayor o menor lentitud, con caídas y vientos en contra, con o sin síndrome de Down, pero con tesón, cariño y sonrisas oportunas, acaban llegando a la meta. El conocimiento, como paso previo a la aceptación de quienes son diferentes, permite que superemos actitudes discriminatorias e intolerantes y contribuyamos al desarrollo de una sociedad más democrática y solidaria1