Argumento de Malaria Sentimental
Cuando aún subsiste resistencia guerrillera en la selva, un botánico parte hacia Camboya con el objetivo de hacer un estudio de la flora parásita del templo de Angkor, el conjunto arquitectónico más importante del sureste asiático, joya central del desaparecido imperio Khmer. Pero despertarse de una pesadilla siempre es una operación onerosa y de éxito incierto, mucho más desesperado y extremo va a ser pretender sustraerse a la acción de la fuerza, a la violencia, y a la manera desgraciadamente eficiente con la que si hace presente. Para contar esta historia a veces asfixiante y angustiosa, Xavier Queipo emplea un tono que oscila entre un perfectamente audible murmullo de fondo y una tensión penetrante, acentuada por la aparición de imágenes y descripciones formando catálogos de una intensidad que llega a ser no ya solamente lingüística, sino misma física. El sufrimiento también es una manera de disposición del lenguaje, una manera de contar, y sería intolerable que la literatura tuviese que prescindir totalmente del dolor de los hombres, que rechazarse tratar de esa horripilante realidad que es el hombre como amenaza para el propio hombre. Malaria Sentimental se despliega en un relato que conjuga las aventuras, el romántico o bélico con pasajes con la calidad de lo estático y más de lo digresivo. Porque no hay literatura sin digresión y Queipo es un habilidoso estilista, con capacidad para realizar esa operación contradictoria, negada a otro tipo de discurso que no sea el literario, que es la de juntar a los opuestos. He aquí un libro fascinante, concluyente y, sin embargo, sorprendente: una novela0