El Islam se muestra como una religión dinámica y en expansión, pero también sumida en un caos de representaciones y de discursos contrapuestos. El terrorismo ocupa el primer plano de la política internacional, velando al Islam y asociándolo a la barbarie.
En conjunto, los musulmanes viven una época de efervescencia intelectual y religiosa, que Abdennur Prado ha tratado de captar, más allá de los estereotipos.