La única forma de no caer en la telaraña de mentiras y medias verdades con que
la propaganda nos envuelve es la actitud crítica. Crítica implacable con los
señores de la guerra que no vacilan en manipular la opinión pública
estimulando sentimientos como la pertenencia exclusiva a un determinado grupo
(étnico, religioso...), el temor al otro o el patriotismo utilizado, según
memorables palabras de Samuel Johnson como "último recurso de los canallas".
En esta línea, pues, los distintos capítulos de este libro buscan desvelar,
tanto desde una perspectiva teórica como a partir de ejemplos y casos
concretos, los mecanismos, la praxis y los efectos de la propaganda de guerra
y de los medios que la difunden. Todo ello, lo reiteramos una vez más, con un
objetivo común: conocer para desmontar e impedir el funcionamiento de una
maquinaria que, para el común de los ciudadanos (los que son reclutados o los
que ven los aviones desde tierra) sólo puede significar terror y muerte.