Joanes de Sagarmin, protagonista y narrador de esta novela vivirá todas estas peripecias tras huir de la pequeña aldea navarra de Zugarramurdi. Perseguido por la Inquisición, encontrará refugio junto a otros huérfanos y huidos de la justicia, primero en el sur de Francia, junto a los terribles corsarios vascos, y después en el Nuevo Mundo, donde se convertirá en músico de una tripulación pirata.
A lo largo de su agitada vida, el destino de Joanes permanecerá siempre unido al de un encantador y cruel filibustero, Kuthun, y al de la misteriosa Morguy, la joven vidente y ayudante del inquisidor Lancre. Entre los tres se establece un triángulo de amor y odio, en cuyo centro permanece la búsqueda de una libertad que el destino y la cuna parecen haber negado a quienes tienen como única posesión el viento y esperan que alguna vez sople a su favor.