Noruega, finales del siglo IX. El viejo Gylfi ha traicionado a un amigo y quiere lavar su culpa peregrinando al Ásgard, hogar de los antiguos dioses. Pero su viaje no resulta como él espera, pues esa tierra milagrosa atraviesa su peor momento: hordas de demonios amenazan sus fronteras y desencadenan el crepúsculo de los dioses. Sin querer, Gylfi se ve envuelto en este mítico combate. Alguien le dijo una vez que, al morir, adoptamos el rostro de nuestras verdades. Ahora, enfrentado al fin del Ásgard (y, probablemente, de su vida), se dispone a comprobarlo.