La mejor de las obras dramáticas de Chavero es Los amores de Alarcón, deliciosa y, en más de un sentido, moderna. Su punto culminante es la representación de La verdad sospechosa de Juan Ruiz de Alarcón en Madrid. Antes de llegar a ese momento, el heroico indiano afronta múltiples pruebas, entre intrigas y befas de quienes lo envidian, y el amor incondicional de la comediante Jerónima de Burgos. El reparto de la obra está integrado, entre otros, por el conde de Villamediana, Francisco de Quevedo y Luis Vélez de Guevara.