Planteada como continuación de La forja de un rebelde, esta singular novela retoma los escenarios de la trilogía de Arturo Barea y nos muestra lo que fue sobrevivir en el Madrid popular, tras la derrota de la República y durante la interminable posguerra que siguió. Para hacerlo, su autor y protagonista ha prestado su voz a quienes ni entonces ni después pudieron o se atrevieron a hablar.