Argumento de Llaves de la Ciudad, las . Un Mosaico de México
Como bien nos recuerda David Lida en su prólogo a este libro, tanto Carlos Fuentes como Juan Villoro han afirmado que la ciudad de México ya no puede ser considerada una totalidad, porque es demasiado grande, dividida. ¿Qué mejor manera de abordarla entonces que justo como un mosaico conformado por una amplia gama de personajes y lugares que, en conjunto, encarnan de manera singular ese caos fragmentado que da forma a una de las ciudades más fascinantes y desquiciantes del mundo? Como todo buen cronista, David Lida permite que sean los propios personajes y situaciones los que hablen, sin emitir juicios o ensalzarlos. Los retrata como son y de esta manera nos comparte una mirada personal que se ha posado tanto en los lugares más recónditos e inhóspitos de la ciudad como en aquellos protagonistas que por ser tan cotidianos y visibles escapan a nuestra atención. Aborda con la misma precisión y desapego a unos mercaderes de parafernalia nazi en el mercado de La Lagunilla, los «lagunazis», a un músico de un trío que no triunfó en Hollywood porque el presidente del sindicato de actores de ese entonces, Charlton Heston, les prohibió quedarse allá, al pintor irlandés Phil Kelly o a una de las máximas socialités de nuestro país. De esta forma, a partir de una colección de lúcidas estampas, logra configurar una imagen nítida y de contornos difusos, que es fiel a lo que se refleja: la ciudad de México en su inabarcable e inagotable diversidad. «En las páginas de Las llaves de la ciudad deambulan los despojos de la pordiosería gente de alcantarilla cuyo paraíso viene en un bote de pegamento- y los magnates temerosos de que el país cambie los blindados habitantes de las "mansiones del limbo", como las llama Dominick Dunne-; pero también comparecen quienes muestran su diferencia con orgullo y fundan su hogar en medio de lo inhóspito. Lida se mueve con soltura en los extremos sociales, es el Boswell de los millonarios y el cómplice de los descastados.» Juan Villoro0