La prisión como metáfora de la ocupación del espacio-tiempo de una vida que no te pertenece y de la que te quieres deshacer. La angustia del encarcelamiento como prueba de rechazo. Paisajes oscuros para custodiar la condena. Declaración de culpabilidad para asumir errores. Una estancia aprisionada como transcripción de sentimientos de desasosiego, hasta que por fin se abandona el calabozo, y se consigue habitar en la extraordinaria y ansiada libertad. Una muestra de que es posible encontrar la luz en medio de la oscuridad y localizar la puerta de salida de esa vida que no es tuya y de una vez para siempre residir interiormente en Paz