Primero fue la muerte y luego la conciencia que dio paso al orbe. Sometidos a una fuerza implacable que llamamos vida, nos enfrentamos al devenir obligado; nos entregamos al deber fatal de llenar los instantes, de justificar los ahoras. Frente a una soledad cósmica inexplicable, los personajes de La carretera harán lo que sea por sobreponerse. Como moléculas agitándose al azar en un caldo de tedio y sinsentido, echarán mano del odio, la alegría, el absurdo, la estupidez, el insulto, la mentira, la amistad, la locura, la cobardía, la pereza, el amor increíble, la tentación del valor, la inercia... todo con tal de poder contarse algo mientras se mueven. En este camino sin gloria, un ser habla con otro sin que sepamos nunca dónde empieza la realidad y termina la ficción, dónde el espacio físico y el espacio mental, y sin que logremos adivinar sus biografías ni el tiempo que habitan. Bajo una sucesión de presentes amenazante de ausencias, el lenguaje acudirá en su ayuda; y los proyectos soñados por su gramática, no solo llenarán de palabras sus pasos, sino que justificarán la invención de un destino al que entregarse gracias a la sesuda labor de un ingeniero que traza puentes de la tiranía a la libertad, del aquí al allí, de la mentira a la verdad, del ayer al mañana, de la tierra al cielo. En definitiva, La carretera es una modesta fábula de la historia del universo humano, un cuento fuera del tiempo y del espacio, cuyas aventuras se ambientan por igual entre dos centurias que entre dos instantes.
Carlos J. Álvarez nació en Valencia el 26 de septiembre de 1966. Tras estudiar el Bachillerato en Santa Cruz de Tenerife se traslada a Madrid, licenciándose en Arte Dramático y realizando estudios de Música, Canto, y más tarde de escritura creativa en el Taller Julio Cortázar de la mano del escritor Rafael Flores. De forma autodidacta se interesa por diversas ramas del conocimiento, destacando entre ellas la literatura, física, religión, filosofía e historia. Ha trabajado como actor en obras de teatro y comedias musicales, y como cantante lírico en recitales y zarzuelas. Como escritor ha tocado prácticamente todos los géneros, y actualmente lleva una sección propia de periodismo alternativo en la revista digital Tenerife Week.