Al día de hoy, Theófilo Acedo Díaz lleva 25 años dedicado a investigar, escribir, publicar y difundir tanto planteamientos como conclusiones sobre su patria chica: Villarta de los Montes. Desde el principio se puso el listón muy alto. Por ello, hubo de profundizar en sus rastreos y análisis para atinar al máximo en sus empeños. Este rigor inicial forma parte de su estilo y otorga a su prosa la calidad de vigorosa, explícita, imperecedera. Al mismo tiempo, tal constancia y seriedad le ha permitido atemperar sus conceptos en varias ediciones de sus libros, hasta obtener casi atinada afinación. Así, algunas de sus tesis están, con argumentos de idéntica solidez, sin rebatir. Theo, es hombre sencillo en lo externo y en el trato, pero complejo en su interior al ser hiperestésico, observador, con formación universitaria, gran lector, meditador, inconformista (con él sobre todo), rebelde, libre, versátil, creativo. Esto es así, al poseer un alma abierta, esponjosa, impregnada del cultivo de varios aspectos de la cultura (música, arte, cine, literatura ?prosa y verso ) y, además, enamorada de lo que se propone buscando siempre esa perspectiva inusual, poco transitada, con la que dota a sus obras de originalidad. Es un gran comunicador y pionero en algunas de sus iniciativas aunque la sociedad ? envidiosa ? aún no lo reconozca. Sin embargo, esta ingratitud, no ha entorpecido ni entorpece su actividad porque aprendió muy pronto que ?sólo se hace camino al andar?. Busquen en la ?red?. Ahí están sus huellas en diferentes temas, tonos? Pero sobre todo, mi amigo Theo está enamorado de la Naturaleza en ejercicio místico de misantropía para alcanzar el supremo secreto filantrópico al revitalizarse en cada paseo por estos bellos paisajes y parajes de bosques, roquedales, sierras, montes, sotos, valles, arroyos, torrenteras, senderos, fuentes, sombras, silencios sonoros, que en este nuevo libro descubre y, junto a las riberas nemorosas del Henares en su trayecto complutense porque vive en Alcalá. La Naturaleza siempre estuvo ahí y estará, pero ahora él nos la recrea con intención científica, con pellizcos de humor, con sentimientos, con proyección universal.