¿El matrimonio era la única solución a los problemas de ambos?
Lyn Brandon había pospuesto todo en su vida para proteger y cuidar a su querido y huérfano sobrino. Por eso, cuando llegó el poderoso e impresionante Anatole Telonidis y reclamó que el niño volviera a Grecia con su familia, a ella se le heló la sangre... aunque se le aceleró el pulso. Anatole había pasado la vida levantando el emporio familiar. En ese momento, para salvar todo lo que había conseguido, tenía que hacer que la hermosa Lyn acatara su orden. Debería ser fácil, pero Lyn no era solo la mustia violeta que parecía. Su obstinada resistencia le obligó a hacer el sacrificio definitivo... ¡el matrimonio!