Un viaje del pasado al presente, desde la burguesía provinciana hasta la ciudad y desde el cuerpo hasta lo más profundo de la psicología humana.
En 1946, en una Italia marcada por los terrores de la guerra recién terminada, las jóvenes Emma y Marzia entablan una amistad que se acabará transformando en un amor absoluto, pero prohibido por los prejuicios y las convenciones sociales del entorno burgués en el que viven. Juntas descubren el placer del sexo y la ternura de la confidencia.
Son conscientes de la inconveniencia de sus sentimientos y tratan de llevar su relación en secreto, al margen de sus familias.
Pero cuando todo se descubre, sus padres se oponen, castigándolas con severidad y alejándolas definitivamente. Marzia se va a vivir a Argentina, mientras Emma es enviada a Londres; veinte años después, un giro del destino hará que se reencuentren.
El destino es un círculo que acaba cerrándose siempre... No existen días inútiles en nuestra vida.
Reseñas:
«El autor intenta [...] contar historias que atrapen al lector, apasionarlo, avivar sus sentimientos, hacerlo correr a través de las páginas en un carrusel de emociones, que incluye aventuras y momentos de amor, descripciones líricas y acción, diálogo y situaciones de ternura y violencia».
La Repubblica
«Las mil bocas de nuestra sed vuelve a expresar la delicada pero tenaz estructura psicológica de las contradicciones interiores entre las pequeñas heroicidades, las infinitas debilidades, la languidez burguesa y los devastadores insultos de las ocasiones en una tormenta silenciosa, aunque feroz, y saturada de sí misma».
Gazzeta di Parma
«Las mil bocas de nuestra sed entra en una dimensión ambiental y narrativa completamente distinta, dado que la fogosa pasión amorosa que atenaza a las jóvenes Marzia y Emma las acompaña desde el verano de 1946 a 1968, del inicio en el campo y en unas ciudades pequeñas que se describen con la indefinición y la imperceptibilidad del simple contrapunto natural al amor a Tellaro, Roma, Patagonia y Buenos Aires».
Corriere della Sera
«En la línea de una amplia tradición literaria, Conti logra brindarnos un refinado cuadro de análisis psicológico de los personajes a la vez que mantiene el gusto y la sobriedad, y evita las abstracciones y las concesiones a ciertas morbosidades, ya mecánicas, de la literatura de género, que ha acabado degenerando en un obsoleto conformismo».
Il Cittadino